jueves, 26 de mayo de 2011

Y amigo,? que decir en un momento de dolor tan profundo?, de tristeza y de incapacidad tan abrumadora?, que decir ante la llegada repentina, cruel y despediada de la maldad embrutecida que colada en el pecho de un descorazonado nos quita los mas preciado de la vida, la vida misma?, estoy desecho por dentro y el dolor me embarga hasta el tuetano mismo. Siento un nudo en la garganta que no me deja gritar el desconsuelo que la tragica noticia me ha causado.



Las lágrimas he derramado y desde mi pensamiento una oracion he exclamado, sin embargo el dolor me sigue carcomiendo, hasta el punto de bloquear todos mis sentidos y quedarme como arma excrutadora: la escritura, queriendo exorcisar esa realidad que estas viviendo, la escritura de estos parrafos buscan alcanzar consuelo en la desdicha, pero en vano logran su objetivo.


El dolor, es un cosmos absorvente que permite que duela el cuerpo, que duela la mente, que duela el otro, que duela el alma, que duela la tierra, que duela el pueblo, que duela todo.


Amigo, no puedo sentir hoy tu dolor, y sin embargo el dolor que siento es imsoportable, y me queda la esperanza que ese Dios del que aveces renegamos, te de la fortaleza para tragar tanta amargura, esa que se debe sentir al entregar la madre a la vida eterna.

Te sigo acompañando en el silencio, en este momento de angustia inusitada, de incertidumbre abrumadora.

Guardemos la esperanza que la muerte sea un sueño al que en la mañana despertaremos y veremos a la madre resucitada, sonriente como hoy mi mente la recuerda.

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